En la Antigüedad, la península en la que habitamos recibió distintos nombres, bien por parte de los pueblos que pasaron por aquí, bien por sus propios habitantes nativos. En esta entrada de hoy os voy a contar brevemente lo que se conoce de esos nombres, dejándoos al final un enlace donde podréis leer un poco más al respecto.
Los fenicios, esos expertos navegantes y comerciantes venidos del otro extremo del Mediterráneo, se referían a estas tierras occidentales como "I-SPAN-YA", cuya interpretación, por los elementos que forman la palabra, podría significar “tierra del norte” (recordar cómo su expansión a través del Mediterráneo, seguía la costa norte africana, por lo que la península les quedaba al norte), o bien “tierra donde se forman los metales” (es en busca de minerales, fundamentalmente, para lo que llegaron hasta aquí).
Los griegos, que aparecieron posteriormente por la península también con sus actividades comerciales compitiendo con los fenicios, le darán el nombre de "PENÍNSULA OPHIOÚSSA" ("tierra de serpientes", pues parece ser que habría muchos de estos reptiles por aquí), y sobre todo "IBERIA". Es este último término el más difícil de centrar geográficamente. En origen parece ser que este nombre haría referencia a un río Iberus, posiblemente el río Tinto (aunque otros apuestan por el río Ebro), y a unos pueblos "iberos" que habitaban por la zona suroccidental de la península (ciertamente, los pueblos iberos que ocupaban la franja mediterránea y sur peninsular utilizaban el término "iber" para referirse a cualquier río) pues las fuentes griegas del s. V a.C. (Heródoto) hacen referencia con este término solo a una zona de la parte occidental de la península que concuerda aproximadamente con la actual provincia de Huelva (parece ser que los propios tartesios ya utilizaban este topónimo para referirse a su territorio). Ya en el s. II a.C., Polibio hace referencia a "IBERIA" refiriéndose a la parte mediterránea peninsular (ya se deja constancia por entonces que los romanos prefieran llamar a la península "HISPANIA"). Solo a partir del s. I a.C., gracias a las obras de Estrabón, se utiliza el término "IBERIA" para referirse a toda la península.
Con la llegada de los romanos, el término que se generalizará en adelante para referirse a la península será el de "HISPANIA" (como veis, muy parecido a la denominación fenicia), que se ha venido a traducir como "tierra de los conejos" (autores latinos como Plinio, Catón el Viejo o Catulo hablan de la abundancia de este animalito por nuestras tierras).
Pues nada, ya sabéis un poco más sobre los distintos nombres con los que se conoció a la península ibérica en el pasado. Si queréis saber más, pinchad aquí.
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